El
aprendizaje-servicio implica desarrollar un servicio solidario destinado a
atender necesidades reales de una comunidad. Estas necesidades deben ser
sentidas por la comunidad e identificadas junto con ella.
No
es sólo hacer un diagnóstico, sino que implica pasar de la descripción de una
realidad a la intención de transformarla mediante una intervención solidaria
concreta.
Para
que este tipo de experiencias sean realmente educativas, deben estar
protagonizadas por los estudiantes; ellos deben apropiarse del proyecto,
proponer iniciativas, reflexionar, y monitorear el desarrollo del mismo hasta
su evaluación final.
En
un buen proyecto de aprendizaje-servicio, el componente aprendizaje incluye
contenidos curriculares, reflexión sobre
las prácticas, desarrollo de competencias para la ciudadanía y el trabajo, y
también actividades de investigación. Apunta simultáneamente a mejorar la
calidad educativa y la calidad de vida local, porque permite aprender con otros
en escenarios concretos y reales.
Sólo
hablaremos de experiencias de aprendizaje-servicio cuando en el desarrollo de
un proyecto estén presentes simultáneamente la intención pedagógica y la
intención solidaria.
El
bullying es una problemática que preocupa a los estudiantes, pero trasciende la
escuela, abarcando a toda la comunidad. Son los mismos estudiantes quienes se
apropian del proyecto “Stop bullying”, haciendo un diagnóstico, reflexionando,
proponiendo iniciativas para transformar esa realidad.
En
el mismo están presentes la intención pedagógica y la intención solidaria. En
nuestra área, Matemática, los contenidos curriculares presentes corresponden a
la Estadística.
Nuestro
proyecto institucional “Stop bullying” es un aprendizaje-servicio, ya que
responde a las características enunciadas.
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